Dejamos el auto en el puerto Manzanillo, Colón, Panamá y nos quedamos allí descansando en la casa de Juan, un amigo colombiano.
El jueves 18 de Agosto a las 5 de la mañana, después de haber llamado tres veces al taxi para que nos lleve a la terminal de buses, terminamos tomándonos otro taxi que llego al edificio a buscar gente que salía a trabajar. El viaje hasta Panamá City era de una hora y cuarto y tardamos dos horas porque el chofer iba esperando a la gente que lo llamaba por teléfono.
Una vez en Panamá tomamos otro bus hasta el aeropuerto Tocumen y a las once del mediodía estábamos subiéndonos al avión. Esta fue la primera vez que volamos durante el viaje. Parece extraño cuando decimos que hemos recorrido 15 países y todos los hicimos rodando. Nos tocaron los asientos al costado del ala. Tuvimos un vuelo muy bueno, sin turbulencias y con una vista hermosa desde arriba de las nubes.
El vuelo duró 40 minutos. Tardaron más en dar las normas de seguridad que lo que tardó el viaje.
Al bajar del avión nos inundó una ola de calor húmedo de unos 35 grados que adormeció por unos instantes nuestro cerebro. Duró poco y al darnos cuenta que habíamos pisado tierra sudamericana, sentimos una gran felicidad. Estamos mas cerca de caaaaassssaaaaa.
Hicimos los trámites de migraciones y salimos en busca de una buseta (bus) para ir a la naviera y empezar los trámites para sacar el auto del puerto. Enseguida recordamos lo amables que son los colombianos,
A la primera persona que preguntamos por un bus, nos indicó rápidamente. Las busetas aquí son coloridas y llevan música a todo volumen. En su interior están decoradas con ositos de peluche, flores de plástico y asientos pequeños. Una persona conduce y otra va parada en la puerta delantera agarrado de una baranda llamando a la gente para que suba al bus.
Llegamos acalorados. Nos encontramos con la mala noticia que debíamos pagar unos 80 dólares más por los servicios de la naviera. Contando los últimos dólares que nos quedan pagamos el envío del auto. Luego fuimos caminado a la Dian para realizar otros trámites. Pero lamentablemente no pudimos retirar el auto y nos fuimos a la casa de Erve, una persona del couchsurfing, quien nos estaba esperando en su casa para hospedarnos.
Había sido un día muy largo. Quien no quisiera un hotel cinco estrellas y una buena comida??? Pero no era nuestra situación. En la casa de Erve nos encontramos con una argentina, dos franceses y dos alemanes. Todos comimos una rica sopa que hicieron los alemanes y luego domingos en la misma habitación. La verdad que en otro momento nunca hubiéramos pensado convivir con tanta gente pero resultó ser un intercambio de culturas increíble. Cada uno contaba sus experiencias por América. Todos coincidimos en que la gente es muy buena y solidaria con los viajeros. Algo maravilloso que muchos ignoran.
No importa el calor ni la humedad, ESTAMOS EN SUDAMERICA Y CERCA DE CASA!!!!!!!!!!!
5 comentarios:
¡Bravo, chicos! Los felicito de corazón, vuestra aventura está finalizando y cumplirán un maravilloso sueño.
Besos para los dos.
Griselda dijo...
¡Bravo, chicos! Los felicito de corazón, vuestra aventura está finalizando y cumplirán un maravilloso sueño.
Besos para los dos.
Perdonen, esto no funcionaba bien y quedó 2 veces el comentario, me informaban reiteradamente que la cuenta no me correspondía, yo insistía y finalmente quedó doble.
Hola Chicos!!!
Por favor, cuenten el tema "costos"...
Hola Chicos!
Soy Mónica, los conocí aqui en Panamá, y les cuento que he estado con ustedes durante estos dias leyendo sus aventuras por America ( libro que me traje este fin de semana de la casa de Juan en Colon)...los felicito a otros niveles por este sueño. les envío un fuerte abrazo y me hubiese gustado mucho haberlos llevado al aeropuerto... pero bueno por lo menos tuve la fortuna de compartir un momento y no me quedo con las ganas de decirles que son personas maravillosas y auténticas.. bendiciones y espero al regreso también tengan una linda experiencia en Colombia,
Mónica.
Publicar un comentario